lunes, 29 de julio de 2013

LA MAQUINA DE SONAR IV
DE
IMPROVISACIONES, RITORNELLOS
                                                Y
LINEAS DE FUGA

En Busca del Tiempo Perdido:
 “Por el camino de Swann”,
Marcel Proust
c
uando el pianista acabó de tocar, Swann estuvo con él más amable que con nadie, debido a lo siguiente: El año antes había oído en una reunión una obra para piano y violín. Primeramente sólo saboreó la calidad material de los sonidos segregados por los instrumentos. Le gustó ya mucho ver cómo de pronto, por bajo la línea del violín, delgada, resistente, densa y directriz, se elevaba, como en líquido tumulto, la masa de la parte del piano, multiforme, indivisa, plana y entrecortada, igual que la parda agitación de las olas, hechizada y bemolada por la luz de la luna. Pero en un momento dado, sin poder distinguir claramente un contorno, ni dar un nombre a lo que le agradaba, seducido de golpe, quiso coger una frase o una armonía. No sabía exactamente lo que era lo que, al pasar, le ensanchó el alma, lo mismo que algunos perfumes de rosa que rondan por la húmeda atmósfera de la noche tienen la virtud de dilatarnos la nariz. Quizá por no saber música le fue posible sentir una impresión tan confusa, una impresión de esas que acaso son las únicas puramente musicales, concentradas, absolutamente originales e irreductibles a otro orden cualquiera de impresiones.” 
(Film en busca del tiempo perdido, sonata Vinteuil)
Sonata para violín y piano de Cesar Franck

Intentaremos, conectar desde una perspectiva musicoterapeutica los conceptos de ritornello y líneas de fuga:
Match Point
(Woody Allen)
trabajados en los escritos de Deleuze y Guattari articulándolos con los de improvisación sonora.
(Ver video ritornello en este link)

El ritornello es como una habitación, un espacia(o)-miento  construido y “des-limitado” para habitar, para pasar del habito al hábitat.

Un lugar donde alojarse;  donde hacer pasaje desde la síntesis pasivas pre –individuales correspondientes a estados larvarios al agenciamiento activo  de un territorio.


Y
  así, apenas expiró la deliciosa sensación de Swann, su memoria le ofreció, acto continuo, una trascripción sumaria y provisional de la frase, pero en la que tuvo los ojos clavados mientras que seguía desarrollándose la música, de tal modo, que cuando aquella impresión retornó ya no era inaprensible.
Los musicoterapeutas definimos este hábitat como el resultado de una construcción, síntesis del hacer de la  improvisación sonora.
Una materialización (lo sonoro exterior) pre-musical, un desprendimiento de algo del cuerpo puesto en y para el afuera.
El improvisante deviene “drenaje sonoro”, un tallado acústico de  singularidades e intensidades, movimientos, formas, texturas, coloraturas, tal como si pintara y amueblara esa habitación con todo aquello denominado “lo intolerable” (Deleuze) o goce (Lacan) desde lo imaginario.
Se trata de una exterioridad, una carga de particularidades, que permite visualizar un territorio, una distancia “insuperable”, y diferenciable entre el productor y  lo producido.
S
e representaba su extensión, los grupos simétricos, su grafía y su valor expresivo; y lo que tenía ante los ojos no era ya música pura: era dibujo, arquitectura, pensamiento, todo lo que hace posible que nos acordemos de la música. Aquella vez distinguió claramente una frase que se elevó unos momentos por encima de las ondas sonoras. Y en seguida la frase esa le brindó voluptuosidades especiales, que nunca se le ocurrieron antes de haberla oído, que sólo ella podía inspirarle, y sintió hacia ella un amor nuevo.”

Podríamos denominar a esta corporalidad sonora: la construcción de” lo otro afuera de lo sonante”.

C
uando volvió a casa sintió que la necesitaba, como un hombre que, al ver pasar a una mujer entrevista un momento en la calle, siente que se le entra en la vida la imagen de una nueva belleza, que da a su sensibilidad un valor aun más grande, sin saber siquiera ni cómo se llama la desconocida ni si la volverá a ver nunca. Aquel amor por la frase musical pareció por un instante que prendía en la vida de Swann una posibilidad de rejuvenecimiento”
Es tiempo del concepto psicoanalítico de “canturreo”, instancia de “pura voz”, de las acústicas indiferenciadas, que devendrán en “voz pura” con el advenimiento de las diferencias.
Canturreo a la manera del idioma chino, idioma de características tonales donde las palabras cambian su significado según la tonalidad del habla.

La habitación, es metáfora y continente del traslado del goce interior del cuerpo, puesto al exterior. Como cuando nos miramos al espejo, y trasladamos, proyectamos nuestra imagen sobre él, para peinarnos, ataviarnos, como puesta exterior de nuestro goce.
Una imagen especular.
La fractura de esta exteriorización producirá sintomatologías patológicas.                 
(Deseo que no se realiza genera pestilencia)
La habitación, recibe “visitas”, inquilinos temporarios o permanentes, objetos sonoros que particularizan presencias o ausencias, (alturas, ritmos, sonoridades, texturas, timbres, volúmenes, intensidades etc.)

L
a frase despertaba en él la sed de una ilusión desconocida; pero no le daba nada para saciarla. De modo que aquellas partes del alma de Swann en donde la frasecita iba borrando la preocupación por los intereses materiales, por las consideraciones humanas y corrientes, se quedaban vacías, en blanco, y Swann podía inscribir en ellas el nombre de Odette. Además, la frase infundía su misteriosa esencia en aquello que podía tener de falaz y de pobre el afecto de Odette. Y al mirar el rostro que ponía Swann, cuando la oía, hubiérase dicho que estaba absorbiendo un anestésico que le ensanchaba la respiración. Y, en efecto, el placer que le proporcionaba la música, y que pronto sería en él verdadera necesidad, se parecía en aquellos momentos al placer que habría sentido respirando perfumes, entrando en contacto con un mundo que no está hecho para nosotros, que nos parece informe porque no lo ven nuestros ojos, y sin significación porque escapa a nuestra inteligencia y sólo lo percibimos por un sentido único.”
Por lo tanto tenemos tres presentaciones de la operación “extracción de lo intolerable”,
La habitación (construcción sonora en sí),
Las visitas (un alojamiento  fenomenológico de las variables sonoras).
La imagen especular sonora de sí.
Este acto de exteriorización consecuencia del las acciones del improvisante, debe ser tratado en dirección al discurso, al lazo social, como forma de superficializar lo profundo del cuerpo, haciendo un territorio, una síntesis que permita ganar potencia a los cuerpos,(lo que la máquina de sonar puede).
Podemos inferir  que el primer paso de un ritornello (construcción sonora) es una “creación artística de un espacio habitable”, que permita un dinamismo espacio.-temporal para que pasen cosas. Un lugar para la posibilidad del acontecimiento. Espacio que está hecho de lo profundo del cuerpo.
El segundo paso es la puesta en marcha de una “dinámica de la captura”.
Se trata del alojamiento de las “visitas”, visitas que se constituyen como imágenes sonoras especulares, que simultáneamente se dinamizan como lo distinto de sí, como singularidad, otro que devendrá línea de fuga.
Resumiendo: puesto a improvisar,  el viviente, pone (construcción sonora mediante) al exterior de sí, sus síntesis pasivas pre-subjetivas, (síntesis que son el exterior mismo), pero que contiene representado a ese yo- mismo o como diría Lacan “ese que es mas yo que mi mismo”, y al mismo tiempo es diferencia de sí, aun siendo sí mismo deviene otro, que es profundidad, de lo intolerable  de mi.
Lo construido cuanto más  se acerca más se  aleja, (materialización de las acciones de la improvisación) porque se trata de la propia diferencia que se desenvuelve en simulacros. Acontecimiento de la representación.
La captura es pues la puesta en marcha de la diferencia de sí con respecto  a sí.
E
mpezaba a darse cuenta de todo el dolor, quizá de toda la secreta inquietud, que había en el fondo de la dulzura de la frase, pero no sufría. ¿Qué importaba que la frase fuera a decirle que el amor es frágil, si el suyo era muy fuerte? Y jugaba con la tristeza que difundían los sonidos, sentía que le rozaba, pero como una caricia, que aun profundizaba y endulzaba más la sensación que tenía Swann de su felicidad. Pedía a Odette que la tocara diez, veinte veces, exigiendo al mismo tiempo que no dejara de besarlo.”
La puesta en marcha del encuentro con nosotros mismo por la vía de diferenciarnos de nosotros mismos.
Aquello que sonando sale de mi pero que no soy yo sino sustitución acústica de mi.
El tercer paso del ritornello es la creación de las líneas de fuga.
En este juego de las diferencias, observamos un movimiento pendular, una alternancia  entre territorializacion y des- territorializacion.
La curiosidad radica en que aquella operación (extracción de lo intolerable o goce, del ámbito del cuerpo) mediante el hacer improvisatorio, es lo que a su vez territorializa un espacio exterior sonoro, como nuevo territorio.
La construcción sonora (el ritornello, la habitación) es a la vez una des- territorializacion del cuerpo  y una territorializacion del cuerpo en el exterior.
Y una vez que lo extraído ha devenido habitación  habrá que encontrar las maneras  o nuevas formas de des- territorializar dicha espacio saliendo de ella.
 A este hacer y des-hacer sonoro podríamos denominarlo  variación o movimiento, devenir  barroco de la alternancia de construir y fugar. El juego de la diferencia.
Un movimiento en el sentido de la banda de moebius:
Re - pensamos entonces cuatro momentos, cuatro tiempos improvisatorios, como dos polos de los movimientos de la alternancia:

·       Territorializacion  
  • Producción, (construcción del ritornello)
  • Discurso, (dinámica de la captura)

Se expresa con la emergencia de materias de expresión, abriendo preguntas como ¿Qué hace marca, que hace territorio, que esta territorializado en la música?


Des- territorializacion
  • Línea de Fuga, (“devenir en... son - ando” diferencia).
  • Variación Disruptiva Continua (diferencia de diferencias).
                       
Se manifiesta mediante un escape, con una función catalizante o                     vector de desterritorialización, ¿Qué se autonomiza, que se separa,  que fuerzas se liberan en la música?
“De uno a otro de esos dos polos, una fluctuación produce una experiencia, una línea de variación.
Para Deleuze, la música es el lugar privilegiado de un proceso transversal de variación. Lugar de intercambios sostenido entre las fuerzas territorializantes del ritornelo y la composición de una línea de variación propiamente musical.”
¿Cuál es el asunto de la música, cuál es el contenido indisociable de la expresión sonora? El ritornelo hace de punto de prehensión, territorio, pliegue asegurador, pero es también una línea potencial en la que los puntos pueden redistribuirse, ponerse en movimiento, distribución polifónica, variaciones melódicas, variaciones de timbre, de velocidades, de dinámicas, de densidad de orquestación... “La improvisación sonora es la operación activa, creativa, que consiste en desterritorializar el ritornelo”.

“El ritornelo sería el contenido de la música, todo aquello sonoro, y ese contenido no sería todavía musical: el ritornelo capta las fuerzas y los afectos, los sitios y los momentos, las intensidades que devendrán motivos musicales.

“Son también estados de velocidades ligados a los afectos: aceleraciones, suspensiones, desaceleraciones, llegadas; pero también las expresiones rítmicas,
la lluvia, el reloj o las formas sonoras expresivas, la marcha, la caminata, la ronda, la cabalgata”.
De Pre- Sonoro a Devenir Discurso:
“Improvisar es devenir, devenir improvisando” R.S.
¿Cómo hace territorio el ritornelo, cómo pasa de lo no-musical a una variación musical desterritorializada?
Tres operaciones caracterizan ese dispositivo, del ritornelo, que en adelante no pertenece, ni a la música, ni a la filosofía, pero se constituye entre-dos, dispositivo transversal que mantiene el espacio,-espacio no-sonoro, devenir música-, por su relación con las fuerzas del caos, con las fuerzas terrestres y del cosmos...
I-       Crear un medio. Ligado a lo que permanece, suelo, reconocimiento, la primera operación del ritornelo es crear un medio, umbral de agenciamiento que conjura las fuerzas aniquilantes del caos. Se trata de fijar un punto frágil que hace centro. Es el temor del niño en la oscuridad, que canta para calmarse, el circulo por trazar para una tarea por cumplir, una obra por hacer. El ritornelo está cogido directamente en el plano de Naturaleza, inseparable de lo que produce, plano de consistencia recorrido de velocidades y afectos no subjetivos sobre el cual se forman las ecceidades según las composiciones de potencias, intensidades, direcciones. Sobre este plano virtual y no obstante inseparable de lo que produce, se trata de establecer las diferencias y los discernimientos, paso a la existencia de un infra-agenciamiento todavía fluido con la emergencia de los medios y los ritmos, las velocidades, componentes periódicos, energía y movimientos direccionales pre-territoriales.
II-    Producir el territorio: Como hemos visto, el ritornelo no se relaciona con el territorio a título de una evocación o de una representación de aquel, más bien produce una dimensión expresiva, directamente constitutiva. En su función territorializante, el ritornelo opera una selección, una diferenciación serial: es la distribución espacial de un agenciamiento, el paso a la territorialidad con la generación de materias expresivas. Para el músico, es la elección secuencial de gamas, de escalas, tal como la selección de modos en Messiaen, la elección de cribas en Xénakis, de un medio armónico en Scriabin o Debussy a partir de los cuales se elaboran los motivos y las secuencias de ritmos y de melodías, el fibrado armónico. El factor territorializante es el devenir expresivo del ritmo y de la melodía que devienen ellos mismos personajes y paisajes sonoros, “El arte es el nombre de esta emergencia”, es la expresividad que hace territorio: el plano de composición musical o el plano de organización desarrolla las fuerzas terrestres del intra.agenciamiento, liberando tantas materias de expresión como marcas territoriales.
III-   El movimiento de desterritorialización. La tercera función que se ejerce sobre el territorio es una operación de transversalidad. “La transversal es un componente que toma sobre sí el vector especializado de desterritorialización”. Se trata de “incorporar un escape” sobre el territorio, de un vector que actúa sobre las velocidades y las relaciones entre agenciamientos territorializados, estratificaciones, materias de expresión: son los componentes de paso que establecen relaciones no pre-localizadas, no enmarcadas, empleando niveles moleculares inseparables de todos los componentes materiales de las materias deexpresión. Sobre este nivel de actividad inter-agenciamiento, se trata, desde el punto de vista de la composición musical, del tipo de orquestación, de la producción de relaciones (escritura) y del acceso a los niveles moleculares del material: “La relación esencial se presenta aquí como una relación directa material-fuerza. El material, es una materia molecularizada, (el sonido) que debe a este título ‘captar’ esas fuerzas”.
El ritornelo desterritorializado-desterritorializante, capta e integra componentes energéticos, moleculares, revelando las potencialidades, las inter-relaciones, desplegando nuevas materias y nuevas transiciones, “es un prisma, un cristal de espacio-tiempo. Actúa sobre lo que lo rodea, sonido o luz, para sacar vibraciones variadas, descomposiciones, proyecciones y transformaciones...”.
En ese movimiento transversal, (líneas de fuga, variación), surgiendo de nuevas poblaciones y de nuevas percepciones, cristales sonoros de tiempo vuelven a ligar el plano de consistencia y el plano de organización; (procesos de selección y combinación). Hacer audibles fuerzas que en esencia no lo son.

La creación de una línea transversal reposa sobre el doble movimiento de un plano abstracto pre-material, o plano de consistencia de una parte, y de un plano de elaboración lógica o plano de organización, de otra parte. Los dos planos son indisociables, ligados en un movimiento de producción recíproco, ellos se intercambian continuamente. Ver “Recuerdos de un planificador”, Mil mesetas, pp. 325-333 y pp. 363-367 y siguientes.

“La desterritorialización implica la co-existencia de una variable mayor y de una variable menor que devienen al mismo tiempo: la desterritorialización siempre es doble... los dos términos no se intercambian, ni se identifican, pero están implicados en un bloque asimétrico, donde el uno cambia tanto como el otro”.

Por último, una nueva cuestión se presenta:



Ahora tenemos un mundo  conteniendo las líneas de fuga, la máquina de sonar  http://www.youtube.com/watch?v=TStutMsLX2s  (VARESE , IONIZACION) produciendo  a pleno, creando, conectando,  articulando musicalidades, (o lo que Deleuze definió como haecceidad) que ya no se trata de un sujeto, ni cuerpo sino un devenir mundo, de un hacerse imperceptible, un acontecimiento de fundido ( por ejemplo devenir  Dublin , de Mr. Bloom en el Ulises de Joyce, o Moby Dick de Melville.  http://www.youtube.com/watch?v=hwcw4Q84gr8 (canto de los pájaros, Clement Janequin.

    
P
ero, de pronto, fue como si Odette entrara, y esa aparición le dolió tanto, que tuvo que llevarse la mano al corazón. Es que el violín había subido a unas notas altas y se quedaba en ellas esperando, con una espera que se prolongaba sin que él dejara de sostener las notas, exaltado por la esperanza de ver ya acercarse al objeto de su espera, esforzándose desesperadamente para durar hasta que llegara, para acogerlo antes de expirar, para ofrecerle el camino abierto un momento más con sus fuerzas postreras, de modo que pudiera pasar, igual que se sostiene una puerta que se va a caer. Y antes de que Swann tuviera tiempo de comprender y de decirse que era la frase de la sonata de Vinteuil y que no había que escuchar, todos los recuerdos del tiempo en que Odette estaba enamorada de él, que hasta aquel día lograra mantener invisibles en lo más hondo de su ser, engañados por aquel brusco rayo del tiempo del amor y creyéndose que había tornado, se despertaron, se remontaron de un vuelo, cantándole locamente, sin compasión para su infortunio de entonces, las olvidadas letrillas de la felicidad.”

P
or primera vez el pensamiento de Swann saltó en un arranque de piedad y cariño hacia aquel Vinteuil, aquel hermano sublime que tanto debió de sufrir. ¿Cómo sería su vida? ¿De qué dolores debió sacar aquella fuerza de Dios, aquella ilimitada potencia de crear? Y cuando era la frase la que le hablaba de la vanidad de su pena, Swann sentía muy suave esa misma juiciosa prudencia que le pareció intolerable cuando leída en el rostro de los indiferentes, que juzgaban su amor como una divagación sin importancia. Y es que la frase, por el contrario, y cualquiera que fuese la opinión que tuviera sobre la brevedad de esos estados de ánimo, veía en ellos, no como las gentes, una cosa menos seria que la vida positiva, sino algo muy superior a ella: lo único que valía la pena de expresarse.”


Pascale Criton, “Continuum, Ultrachromatisme et Multiplicités”, La Nouvelle Revue Musicale Suisse, Dissonanz-Dissonance,nro. 42, Zürich, 1994. Y “Espaces sensibles”, Coloquio “L’espace: Musique et Philosophie”, Sorbonne, París, 1997, (Actas por editar en L’Harmattan, 1998).

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viernes, 19 de julio de 2013

LA MEJOR OFERTA

En el film de Giuseppe Tornatore, el personaje de Virgil Oldman un anticuario , comerciante del arte y rematador dice respecto de las obras  falsas:

En cada falsificación se esconde algo de lo autentico;
en la simulación de la obra ajena, el falsificador no resiste la tentación  de hacerla suya,
a menudo se trata de un detalle sin interés,un trazo inesperado
así , termina traicionándose a si mismo revelando su propia sensibilidad

"casi una descripción fenomenológica del acto de improvisación sonora"



Título: La mejor oferta
Título original: La migliore offerta 
País: Italia 
Estreno en USA: 
Estreno en España: 05/07/2013 
Estreno en Italia: 03/01/2013 
Productora: Paco Cinematografica 
Director: Giuseppe Tornatore 
Guión: Giuseppe Tornatore 


Reparto: Jim Sturgess, Geoffrey Rush, Donald Sutherland, Philip Jackson, Liya Kebede, Sylvia Hoeks, Dermot Crowley, Miles Richardson, Kiruna Stamell, Lynn Swanson, Katie McGovern, Sylvia De Fanti, Brigitte Christensen, Gerry Shanahan, Maximilian Dirr 

Sinopsis: 
Virgil Oldman, un excéntrico millonario vendedor de antigüedades recibe el encargo de una misteriosa joven de vender las obras de arte heredadas de su padre. La aparición de esta joven, que sufre de una enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará totalmente la vida de Virgil.


jueves, 18 de julio de 2013

La Evaluación en Cuestión

“La evaluación somos todos”

Distintas maneras de diseñar una evaluación,

7 Viñetas, 7  situaciones,  7 figuras que  anudan ideas.7



Como conspiración académica
“Un sapo consulta a una adivina: -Veo una hermosa joven que te tomará entre sus manos y querrá saber todo de ti. -¿Dónde estará la joven, en una calle, en una fiesta? pregunta anhelante el saltarín. -No, en una clase de zoología. Es maestro y contó este chiste ante los alumnos de segundo grado que tras entenderlo se rieron mucho; no obstante fue apercibido en una reunión de padres por su "sentido morboso de humor". Ni se defendió. Sólo pensó en los crímenes que le hicieron cometer en su infancia en el colegio con bichos drogados a formol y se decidió a preparar otros chistes más aleccionadores todavía.” 


Como una teoría del complot. 
“Un tal Antonio Soto, activista rural de la peonada recibe una puñalada que atravesando su ropa es detenida por su reloj de bolsillo y lo salva de morir. Correa Falcón, un derechista consumado, ordena meter bala a los anarquistas. El primero fallece con dignidad y el segundo como un perro rabioso, con su reloj de bolsillo destrozado por una bala justiciera. En los tiempos de la Patagonia rebelde, el tiempo era un actor muy participativo.







Como una experiencia más de aprendizaje. 
“La cabeza es redonda para que el pensamiento pueda cambiar de dirección.”





Como acto bélico que ocupa el lugar de las figuras del sujeto. 

“Cuando uno piensa está en guerra contra sí mismo.."






Como ritornello para pensar lo no pensado
“Debe manejar y saber negociar con el apuro propio, el tráfico y las delicias del paisaje urbano. Si se apura llegará a cruzar en amarillo, si rallenta lo atrapa el rojo pero puede ver pasar junto a su ventanilla a la dama voluptuosa que ha traspasado recién. Se decide por amenguar la marcha y recibir bocinazos. Pero disfruta de ella, de su vestido ceñido como de un regalo en medio de la guerra.” 




Como potencia de lo grupal 
“Aparece una imagen de Cristo en una pared de Santiago del Estero. Son muy creyentes en esa casa pobre. Levantan un altar, hay rezos, velas y procesiones. Se olvidan de los miles de formas que hemos visto en los mosaicos que reproducen figuras exactas e ignoran, por ende, lo fundamental: Que el moho, la humedad son artistas sin religión alguna 




Como refinamiento conceptual. 
“Está distendida viendo un documental sobre los problemas de sueño. -Sin las pesadillas la humanidad entera no existiría, anuncia la voz y ella no entiende el significado. Presta atención. Campo etéreo. No soñar es como estar ausente un tiempo. Y la frase final: -En el lóbulo parietal se generan los sueños. -Y en el temporal las tormentas, deduce ella mientras afuera llueve.”



LA DUDA Y LA INCERTIDUMBRE… DE SER EVALUADO
LA MAQUINA DE SONAR I
- Una poética de la improvisación musicoterapeutica -
Lo sonante no es lo sonoro

Me alquilo para sonar

Ser un ojo que escucha y un oído que ve.
R.S. un Mt.
           












 Lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir
                                                                                                          John M. Keynes

Hay que creerle siempre a la narración, nunca al narrador
D.H. Lawrence.











Toda sensación,
si uno quiere respetar su vivacidad y su acuidad
induce a la afacia
Stendhal.

           
 El sonido puede ser liberador, pero la potencia musicoterapeutica de las construcciones sonoras improvisadas interesan más por lo que posibilitan.

“no importa decirle a alguien lo que es sino dar indicios, señas,  de lo que puede convertirse”
           

Posibilidad como pasaje, presionando lo detenido, estancado, privado de movimiento, empoderado, alojado y  empujando simultáneamente hacia lo que todavía no tiene existencia.




“Lo importante no es lo que han hecho de nosotros,
 sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros”.
            Oportunidad de poner en el mundo algo que antes no estaba.
            Lo sonoro libera secretos pero la creatividad propaga posibilidades.
            Las construcciones sonoras aportan distancia,  poniendo lo inquietante y a la vez extraño,  en lo propio, alienando la figura alojada, presentándola como en otro espacio,  como no pertenencia. Ambivalencia entre ajenidad y proximidad.
            Se trata de un pase de  ilusionista, un acto de magia hacia afuera, un empuje del sonido hacia el  lenguaje.
            Parafraseando a Nietzsche, las construcciones sonoras, (improvisaciones), son ficciones útiles, soportes provisorios para transitar territorios inciertos.
            La tentación de la escucha activa es condenar compulsivamente lo escuchado fijándolo a la certeza de la interpretación, acto congelante que deviene congelatorio.
            Interpretación congelatoria: “sentencia castigo”, dictada por un terapeuta que ha pasado por el juzgado de su pensamiento los decires y haceres de un paciente.



Me empezaron a interesar los medios silenciosos, el cómo se puede percibir el acto de escuchar a través de un medio que es ostensiblemente silencioso. Retrocedí en el tiempo y para mí supuso una gran revelación el encontrarme con un cuadro de mediados del siglo XVII cuyo autor era un pintor flamenco de género, Nicholas Maes.

Tenía una serie de cuadros que me impactó porque mostraban a un sujeto en posición central, escuchando. Se podía percibir que estaba escuchando porque tenía un dedo alzado a la boca y señalaba algo en otra zona del cuadro, y eso es el sonido. Se dirige al espectador del cuadro de forma muy directa y le dice: "Escucha conmigo"
David Toop


            La vocación por la inmediatez del desciframiento, paraliza la posibilidad de deslizamientos.

 “el sentido se desliza entre polifonías”
“el sentido se derrama por los bordes de la copa saturada en exceso de interpretación”
“el sentido no se encuentra  en la pregunta sino en preguntar”
            Pone en duda las significaciones declaradas como consagradas, erosiona lo establecido.
            La pasión por la traducción de las construcciones sonoras codifica y paraliza la aparición de lo imprevisible, restando incertidumbre estanca y deja en estado de secuestro lo que sobrepasa toda comprensión de una escucha no terminada en comprensión.
            A veces no es posible soportar el mareo ante tanta multiplicidad de sentido.
            No es que no se comprenda lo que suena sino que abruma tanta posibilidad de comprensión sonante.
            En la improvisación sonora se escucha aun lo que todavía no pudo sonar, no se trata de un adivinar anticipando sino de un sonar que propaga el decir antes de aparecer.
            Una experiencia de la primicia.
            Un acto circense del sonido haciendo malabares con la gramática
            La improvisación, una ocasión para la experiencia sensible.

No pintar la cosa sino el efecto que esta produce
Mallarme



 No es deducción “sherlocksiana”, sino que la construcción proferida llega tarde a lo que se está diciendo-sonando y suena sobre un silencio acallado hablando de otra cosa.
            Conviene a las construcciones sonoras,  el ropaje de la  interrogación aun en sus sonares más delirantes,  experiencia siempre dispuesta a desviarse por los caminos  menos pensados.
            Se trata del privilegio del vacío, de lo sonoro y no sonoro que no es silencio, sino potencia agazapada al acecho pronto a  saltar sobre la presa llamada musicalidad.
            Presencia saturada de lo no sonoro. (No se trata del silencio, sino  de un espejismo de ausencias).

Todo ocurre entre la copa y el labio (Dickens), como es el caso de la música.
            
Lo sonoro circula por exceso en tanto lo sonante se desplaza en los intersticios  por defecto.

(Scott Fitzgerald decía que un artista es un tipo
que puede tener dos opiniones fundamentalmente opuestas
 al mismo tiempo y, a pesar de ello, seguir funcionando).
            
No como faltante o como incompletud  sino como lo que hace falta, que pugna por aparecer, experiencia de vacío,  que no es lugar vaciado.

Dijo cierta vez Macedonio Fernandez,
respecto de la in-asistencia, de los invitados  a una reunión de escritores
“faltaron tantos que si faltaba uno mas no cavia”
           
 Un lugar disponible para alojar las figuras que ocupan el lugar del sujeto, un espacio huésped de las potencias que auxilian al individuo en el devenir de la vida.
            Lenguaje que sigue sonando aun después de acallarse en su  finitud, una rara sensación de permanencia desde lo efímero. Se instala ausente en estado de resonancia.
            La improvisación se ofrece como pasadizo, como deslizamiento entre grietas gramaticales  logrando sonar algo, sonando otra cosa.
            Cosa que se presenta como única pero condensada de  multiplicidades.
            En las construcciones sonoras hay un  sonar  que no sabe  todo lo que suena,
”La barca del sentido ignora todo lo que transporta”
            El sonido es soporte, transporte,  locomoción  de la cosa que lleva e ignora.
            La improvisación sonora busca el desvío, arriesga conexiones, va a la deriva vacila tratando de “linkear” nuevos rumbos, como el azar dialogando al azar.
            En la improvisación sonante  surge  lo que asombra, lo que conmueve, aparece como distracción, irrumpe inadvertidamente, emerge a la superficie para dar cuenta de “una”  existencia, como acudiendo al llamado imaginario del  incauto sonador sorprendiéndolo, poniéndolo  de cara a la vibración de un sentido cargado de simultaneidades,  aun a riesgo de aturdirlo. 
            La improvisación sonante, insinúa lo que no termina de sonar, detiene en el aire lo que está por concluir, relanza lo impensado, y se fuga de la captura y del captor.
            Resiste la clausura porque privilegia el desenlace sobre los finales.
            Es la oposición de los puntos suspensivos por sobre el punto final.
            La improvisación sonante deshecha el conflicto, porque seria un modo de aunarse a una identidad, le quita de encima la mirada, el interés  cuando lo ve pasar, y se enfoca  hacia el acontecimiento, para sonar más allá de lo conocido, para construir un sonarse de sí.
            La construcción sonora sirve al desatar, al des-anudar, problematiza el habitar una existencia sonora plena de novedades.
            Improvisamos sobre una  figura que ocupa el lugar del sujeto, es un comienzo, un principio solo como referencia fijada para pensar sonando.
            La fatalidad de toda repetición,-  en cuanto recurrencia,-  no es  repetir algo ocurrido sino que lo que se repite es la insistencia, una perseverancia musical de  forma y movimiento que se resiste  a fugar hacia nuevos horizontes sonoros.
            Las construcciones sonoras imantan afectaciones e intensidades, atraen percepciones que interpretan la convocatoria como invitación para  aparecer en superficie. La emoción se lleva por delante la incertidumbre.
            La máquina de sonar pone en marcha un estado de conectividad con la ilusión de producir algo, se  hace red articulando aquello que flota sin nombre y al azar, por la curiosidad de indagar lo disperso,  lo desconocido, aquello que desconcierta pero seduce como trama.
            Lo inexpresable es un personaje curioso y sibilino, espiando escondido entre los visillos del escenario de lo expresado.
            La improvisación sonante rescata la figura del sonámbulo, del que sonambulea a la deriva, promueve a el que divaga fantasmal entre los hechos y los deshechos de lo que suena sin rumbo fijo. Un deambulador insomne, que no logra conciliar el sueño y permanece en movimiento perpetuo.

La Escucha Recurso, Herramienta, Curiosidad
            La acción de escuchar, es estatuto y herramienta necesaria para la construcción del dialogo, y la interacción sonora.
            Experimentamos con la construcción de un decir en ida y vuelta, y de un escenario propicio para que la escucha potencie, las intensidades  se deslicen y las emociones fluyan.
            Oír acto fisiológico, escuchar afectación  psíquica.
            En el oír somos impactados por todo lo acústico que el lenguaje tiene, pero en el escuchar somos provocados a producir, intensidades significadas, mensajes no siempre acertados, no siempre correctos, no siempre en el blanco.
            El oír es lo obvio, lo que es, pero el escuchar es lo obtuso, lo sobreañadido, lo huidizo, testarudo y resbaladizo.
            Se escucha lo no sonoro, lo silenciado que no es silencio, sino la parte de la trama hablada que insiste en permanecer oculta.
            Se escucha la figura que ocupa el lugar del sujeto alojado en lo sonante.
            Entre lo obvio y lo obtuso, la espera, lo neutro, punto abierto a la posibilidad del habla.
            El oído no tiene parpados, esta siempre abierto, dispuesto a la receptividad aun escuchando aquello que no se quiere oír.

“la comunicación es un malentendido exitoso”.
             Una escucha dispuesta a incorporar el disenso, el malestar,  aun lo que daña, se trata de una escucha del no confort,  un aprendizaje de la incomodidad.

“a- finar es hacer fina la escucha”
“Ser un ojo que escucha y un oído que ve”
“Ver una voz”

Algunos interrogantes:
            Qué escucha ofrecemos al paciente?
            Cuando pensamos en escuchar, pensamos en escuchar qué?
            Cómo escucho? , Soy oído u oreja que esta por aparecer para el otro?
            Soy obvio u obtuso.
            El silencio resulta un modo de acción para la fluidez del dialogo, desde la           contemplación.
            Damos lugar al silencio como vacio sonoro, un in – sonoro, que no sea mutismo.
            Un silencio en espera, de esperanza, de alerta a lo que vendrá, detención acústica para escucharnos mejor en todo el potencial del decir.
            Un silencio como ausencia sonora de sí.
            El silencio interpelando al silenciado, obsequiándole  un tempo para componer fuerzas.
            Todo tempo se define a través de la potencia de la expresión, y no a través de la velocidad
            Diseños  funcionales para la conversación sonora.
Hablar -dejar  hablar- dejar  de hablar
Escuchar- escuchar-se- hacerse escuchar
            Sin interferencias.
            La interferencia es superposición, suplemento, ruidosidad mezcla de ruido y rugosidad..
             Un sin- sentido que obstaculiza la conversación.
            La detiene para que la voz del otro no devenga palabra.
            Clausura la posibilidad que el lenguaje haga su trabajo, se gane su jornada.
            Es monologo, y soliloquio.
            La palabra inter- ferir significa intervenir hiriendo, es una lesión a la comunicación y al encuentro vivencial que todo dialogo propone.
            La inter-versión se ofrece como posibilidad de involucrarse desde una perspectiva distinta. Otra versión de lo mismo pero más novedosa.
            Propiciamos una escucha que espere con entusiasmo la palabra del otro.
            Aloje tanto al decir ajeno como  al propio.
            Una escucha motivada por la curiosidad, y dispuesta al asombro.
            Que construya un universo sonoro de afectaciones produciendo humanidad.
            .Lo sonante es filosofía del tiempo encarnado en lo sensible.
            Dejar emerger, devenir. no hacer nada, estar atento a que nada se interponga en el proceso  y pueda dañarse.
            Así, uno es increíblemente activo y, a la vez, increíblemente pasivo.
            Uno no debe querer desear nada sino dejarlo venir, emerger.
            Susurrar es dejar oír la misma evaporación del ruido: lo tenue, lo confuso, lo estremecido se reciben como signos de acumulación sonora”




El susurro denota un ruido límite, un ruido imposible, el ruido de lo que, por funcionar a la perfección, no produce ruido; susurrar es dejar oír la misma evaporación del ruido: lo tenue, lo confuso, lo estremecido se reciben como signos de la anulación sonora. Y en cuanto a la lengua, ¿puede susurrar? Como palabra parece ser que sigue condenada al farfulleo; como escritura, al silencio y a la distinción de los signos: de todas maneras siempre que a demasiado sentido para que el lenguaje logre el placer que sería el propio de su materia. Pero lo imposible no es inconcebible: el susurro de la lengua constituye una utopía. ¿Qué clase de utopía? La de una música del sentido. La lengua, susurrante, confiada al significante en un inaudito movimiento, desconocido por nuestros discursos racionales, no por ello abandonaría un horizonte de sentido: el sentido, indiviso, impenetrable, innominable, estaría, sin embargo, colocado a lo lejos, como un espejismo... el punto de fuga del placer. Es el estremecimiento del sentido lo que interrogo al escuchar el susurro del lenguaje, de ese lenguaje que es, para mí, hombre moderno, mi Naturaleza.
El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y la escritura. Barthes.


El susurro como aquello que se contrapone al sonido del sentido.


Palabra como mundo en sí.
            Quien es lo susu -nante (entendido como un susurro sonante) en la improvisación sonora?….el lenguaje, con toda su expresividad sensible?



A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. 
El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud.


Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. 
A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.
Lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir
                                                           John M. Keynes